Today, 84 national and international human rights organizations have launched a call on states at the UN Human Rights Council to renew and strengthen the important mandate of the Independent International Fact-Finding Mission on Venezuela during the upcoming Council session in September. States should ensure that the Fact-Finding Mission has sufficient funding and is empowered to collect, consolidate, preserve and analyze evidence for future prosecutions or other accountability purposes, including international justice mechanisms, in order to avoid impunity for crimes under international law and gross human rights violations committed in Venezuela.
The Fact-Finding Mission was launched by the Human Rights Council through resolution 42/25 on September 27 of 2019, with a mandate to investigate human rights violations, including extrajudicial executions, enforced disappearances, arbitrary detentions and torture and other cruel, inhuman or degrading treatment since 2014, with a view to ensuring accountability for perpetrators and justice for victims. Although the Mission was not allowed to enter Venezuela, it will present its report to the Human Rights Council in September 2020, when its current mandate ends.
The need for this international mechanism to continue to investigate and report on crimes under international law and human rights violations in Venezuela is clear in a context where they continue unabated, despite heightened international scrutiny, and impunity for these crimes at a national level is the rule.
Millions in Venezuela continue to suffer violations of the rights to life, freedom, physical and mental integrity or access to justice. The COVID-19 pandemic has only compounded and worsened the humanitarian emergency in the country, where many people face difficulties in accessing health care services, water, food, fuel, electricity and gas, all of which hamper their ability to protect themselves from the pandemic. More than 5.2 million Venezuelans have fled the country due to the human rights, humanitarian, political and economic crisis in their country. Meanwhile, the pandemic has also served as a twisted justification for Nicolás Maduro’s government to continue and expand its crackdown on dissent, including health care workers and journalists.
These serious human rights violations and crimes under international law are facilitated by generalized impunity at the national level. As many organizations have reported, and a recent UN High Commissioner for Human Rights report has made clear, Venezuela’s justice system lacks independence and systemically fails to provide impartial justice to victims of human rights violations. Instead, Maduro’s administration is using it to criminalize and control the population.
The publication of the Fact-Finding Mission’s first report in September will mark an important first step on the path to accountability in Venezuela through the documentation of the participation of those suspected of criminal responsibility. It is critical that the Human Rights Council respond meaningfully to the findings and recommendations in the report. States need to ensure the full renewal and strengthening of the Fact-Finding Mission’s mandate and make sure it has adequate resources to continue its critical investigations.
Hoy, 84 organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos han formulado una petición a los Estados del Consejo de Derechos Humanos para que, durante el próximo periodo de sesiones del Consejo, en septiembre, renueven y fortalezcan el importante mandato de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela. Los Estados deben garantizar que la Misión de Determinación de los Hechos cuenta con financiación suficiente y está capacitada para recopilar, consolidar, preservar y analizar pruebas para futuros procesamientos u otros fines de rendición de cuentas, incluidos los mecanismos de justicia internacionales, con el fin de evitar la impunidad por crímenes de derecho internacional y graves violaciones de derechos humanos cometidos en Venezuela.
La Misión de Determinación de los Hechos fue creada por el Consejo de Derechos Humanos mediante la resolución 42/25 el 27 de septiembre de 2019, con el mandato de investigar violaciones de derechos humanos, incluidas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes cometidos desde 2014, con vistas a asegurar la plena rendición de cuentas de los autores y la justicia para las víctimas. Aunque la Misión no ha recibido permiso para entrar en Venezuela, presentará su informe al Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2020, cuando concluye su actual mandato.
La necesidad de que este mecanismo internacional siga investigando y denunciando crímenes de derecho internacional y violaciones de derechos humanos cometidos en Venezuela está clara en un contexto en el que estas prácticas continúan imparables, a pesar del aumento del escrutinio internacional, y la impunidad por estos crímenes es la norma imperante a nivel nacional.
En Venezuela, millones de personas siguen sufriendo violaciones del derecho a la vida, la libertad, la integridad física y mental o el acceso a la justicia. La pandemia de COVID-19 no ha hecho más que agravar y empeorar la emergencia humanitaria en el país, donde muchas personas tienen dificultades para acceder a servicios de atención a la salud, agua, alimento, combustible, electricidad y gas, todo lo cual obstaculiza su capacidad de protegerse frente a la pandemia. Más de 5,2 millones de personas venezolanas han huido del país a causa de la crisis humanitaria, política, económica y de derechos humanos que lo azota. Mientras tanto, la pandemia también ha servido como una justificación retorcida del gobierno de Nicolás Maduro para mantener y aumentar su represión de la disidencia, incluyendo a personal sanitario y periodistas.
Estas graves violaciones de derechos humanos y estos crímenes de derecho internacional se ven facilitados por la impunidad generalizada que reina en el país. Tal como han informado muchas organizaciones, y tal como ha dejado claro un reciente informe de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, el sistema de justicia de Venezuela carece de independencia y deja sistemáticamente de proporcionar justicia imparcial a las víctimas de violaciones de derechos humanos. En lugar de eso, el gobierno de Maduro está utilizándolo para criminalizar y controlar a la población.
La publicación en septiembre del primer informe de la Misión de Determinación de los Hechos marcará un importante primer paso en la senda de la rendición de cuentas en Venezuela mediante la documentación de la participación de aquellas personas de las que se sospecha que son penalmente responsables. Es fundamental que el Consejo de Derechos Humanos responda de manera significativa a las conclusiones y recomendaciones del informe. Los Estados deben garantizar la total renovación y el fortalecimiento del mandato de la Misión de Determinación de los Hechos, y deben asegurarse de que la misión cuenta con recursos adecuados para continuar con sus investigaciones fundamentales.
Ralph Bunche Institute for International Studies
The Graduate Center, CUNY
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